La firma ha incorporado medidas especiales para poder compaginar el teletrabajo y la actividad presencial en su oficina
“Sin duda vamos a sacar cosas positivas de un mal momento”. La socia fundadora de MDG Asesores, Miriem Diouri, lo tiene claro. Este despacho de asesoramiento fiscal y contable ubicado en el centro de Málaga ha sabido reinventarse y adaptarse a la nueva situación en la que vivimos, descubriendo nuevas vías de comunicación con sus clientes, muchos de ellos internacionales. “Durante el confinamiento, por primera vez me he reunido con mis clientes por videollamada y nos hemos visto, algo que antes no se nos ocurría hacer. Es como si hubiéramos avanzado cinco años”, explica.
MDG Asesores, fundado en 2010, cuenta con ocho profesionales especializados en diferentes ámbitos, que dan cobertura a unos 200 clientes, de los cuales un 80% son empresas internacionales, según cuenta la socia fundadora. Para adaptarse a las medidas de seguridad post-Covid, se han creado dos burbujas de trabajo: una de ellas trabaja en remoto y otra de forma presencial desde la sede de la firma, ubicada en calle Císter. “Al final de la semana, nuestra oficina se desinfecta. Nos vamos intercalando semana por semana”, indica Diouri.
Pese a las dificultades, la socia fundadora de MDG Asesores asegura que han podido sacar el trabajo adelante. “Hemos sido muy productivos para realizar el trabajo que ya teníamos e incluso nuevos proyectos”. Asimismo, Diouri explica que MDG ha mantenido un crecimiento medio interanual del 25%, mientras que este año se han registrado tasas del 30%. “Estamos convencidos que nuestra apuesta total por el desarrollo tecnológico desde nuestros inicios ha favorecido nuestra buena adaptación a estos meses de pandemia”.
Este año, en su décimo aniversario, MDG ha recibido el premio AJE 2020 a Mejor Trayectoria Empresarial, por sus avances como firma profesional en el área tecnológica, así como por sus políticas de conciliación y equidad. “Para nosotros es fundamental nuestro equipo, su compromiso con la firma está basado en una política de desarrollo interno, con programa de formación continua y crecimiento personal”, señala.
Tras diez años de trabajo, la firma busca continuar desarrollándose en la ciudad basándose en el trabajo “bien hecho”, según cuenta la socia fundadora, que comenzó este proyecto por la “necesidad” de conciliar entre trabajo y vida personal. “Si hace diez años me hubieran dicho que nuestras tasas de facturación son las que son actualmente y que llegaríamos a crecer como lo hemos hecho, nunca lo hubiera creído”.
