En MDG no hemos adaptado al teletrabajo como se suelen abordar la mayoría de las obligaciones en la vida, cuando la urgencia apremia y no queda lugar para la procrastinación. Hacía mucho tiempo que teníamos el sistema instalado pero apenas lo habíamos puesto en uso, más allá que algún día que por razones médicas tuviéramos que permanecer en casa.
De la noche a la mañana nos vimos trabajando desde casa y hemos sido afortunados de tener la tecnología ya preparada. Desde el comienzo de nuestra firma hemos apostado por el desarrollo y la inversión en tecnología, siendo nuestro objetivo para el 2020 pasar a ser despacho digital, nunca nos hubiéramos imaginado un lanzamiento tan radical.
Pero no es sólo la estructura tecnológica lo que condiciona una correcta adaptación al teletrabajo, también es fundamental la cohesión y compromiso del equipo. El trabajo en remoto constituye una prueba de fuego para la comunicación y productividad de una empresa.
El balance de estas cuatro semanas de teletrabajo no podría ser mejor, nuestros niveles de productividad no se han visto afectados y el compromiso de cada uno de los miembros, desde gerentes a becarios ha sido remarcable. Si algo de positivo sacamos de las duras circunstancias que estamos viviendo por el Covid-19, es sin duda el avance que nuestra firma ha dado en tiempo récord y comprobar la entrega y compromiso de cada uno de las personas que componen el equipo de MDG.